¿Cómo se siente ser un ateo nacido en una familia musulmana?

Nací en una familia musulmana. Mis padres son religiosos pero no son fanáticos. Se encuentran entre los pocos musulmanes que mantienen una actitud abierta sobre muchas cosas. Fui muy religioso hasta los 14 años (solía hacer namaz 5 veces al día y leía el Corán todos los días). A medida que crecí, las cosas cambiaron. Mucho. Supongo que no soy el tipo de persona que puede creer algo solo porque todos los demás lo hacen. Necesitaba algo Un poco de seguridad de que alguien está escuchando mis oraciones.
Siempre he tenido mucho orgullo y un sentido de importancia personal incluso cuando era un niño. El tipo en el que crees que eres tan bueno como cualquier otra persona. Luego descubrí lo que se esperaba de mí como mujer en el Islam o en cualquier otra religión. Eso fue un verdadero shock. Simplemente no tenía ningún sentido para mí. La sociedad le dice a una mujer que sea dócil, sumisa, abnegada, poco ambiciosa. La sociedad le dice a una mujer que cubra su cuerpo porque es una fuente de pecado. Pero la sociedad puede estar equivocada. Pero cuando Dios dijo todas estas cosas en sus libros, me confundí. No me identifiqué con estas cosas. En mi corazón sabía que era tan capaz como cualquier hombre. Entonces, si Dios me estaba diciendo lo contrario, sabía que él estaba equivocado. Este fue el inicio de mi agnosticismo. En los próximos años hubo muchas otras cosas sobre la religión que no tenían ningún sentido para mí. A la edad de 18 años, me había convertido en ateo.
No soy muy vocal acerca de mis sentimientos porque sé que las personas a mi alrededor no son capaces de entenderlos. De vez en cuando conversaba con mis padres, pero pronto me quedó claro que no serviría de nada a nadie. Mis padres nunca nos han pedido a mí ni a mi hermano que hagamos las cosas que exige nuestra fe (namaz, Qur’an, ropa tradicional), pero decirles claramente que no creemos en Dios lo llevaría demasiado lejos. Siempre que estoy con personas religiosas mantengo la boca cerrada y, a veces, incluso muestro aceptación de sus puntos de vista para evitar conflictos. Pero mis amigos cercanos (y pueden ser mis padres) saben acerca de mi falta de fe. Creo que soy afortunado de no tener que lidiar con los toros típicos ** que generalmente tienen que enfrentar los renegados del Islam. Solo tengo que agradecer a mis padres por eso.