Sí, es muy posible. Los gustos de las personas son muy individuales y algunas personas tienen un paladar muy sensible. Las cebollas, en particular, son un alimento de sabor muy fuerte, especialmente cuando están crudas.
Tu actitud sugiere que piensas que a tu esposa “debería” le gustan las cebollas de la misma manera que tú. A menos que esta sea también su actitud, es posible que desee considerar que es una adulta que es bastante capaz de decidir por sí misma qué comer. “Ayudarla a desaprender” sus preferencias de comida también puede interpretarse como algo que controla y no respeta a su pareja.