Porque les pagan y quieren dinero. Esto les permite ser menos dependientes de sus padres y comenzar a comprar cosas que quieren para ellos mismos o ahorrar para cuando finalmente se muden.
También hay leyes laborales muy estrictas que apoyan a los trabajadores menores de edad por aquí, así como programas de trabajo para adolescentes, cortar las propiedades públicas y hacer jardinería en los parques. Estos ayudan a fomentar una buena ética de trabajo, así como a construir un sentido de lo que se considera un trabajo justo.