El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo y el oxígeno que llega al cerebro. El cerebro necesita oxígeno: la falta de oxígeno causa la muerte de las células cerebrales y el daño causado por los accidentes cerebrovasculares.
Los cerebros de los conductores, que agitan sus brazos sobre sus corazones durante horas todos los días, envejecen lentamente y muestran menos encogimiento que el promedio para su edad.