Todos lo hemos sentido, esa sensación de sueño que se cuela después de una comida. En general, un poco de somnolencia después de comer es completamente normal y nada de qué preocuparse. Hay varios factores que contribuyen a este fenómeno posterior a la comida, y hay algunas cosas que podría hacer para minimizar esos efectos de somnolencia.
Obtenemos energía de los alimentos, que se descompone en combustible en nuestros cuerpos. Las hormonas liberadas para aumentar la saciedad y la insulina se producen para permitir que este azúcar pase de la sangre a las células, donde se usa para obtener energía. Curiosamente, también hay hormonas que pueden aumentar en el cerebro, lo que puede provocar somnolencia.
Una dieta balanceada que incluya verduras, granos integrales y grasas saludables promueve la energía sostenida. Beber mucha agua, evitar el exceso de azúcar y comer comidas más pequeñas y frecuentes también puede ayudar.
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