A principios de la década de 1980, acabábamos de recibir un nuevo horno de microondas. Las redes de microondas eran un nuevo aparato en muchas casas en ese entonces.
Tuve una onza de cannabis realmente bueno, así que decidí hacer “BROWNIES” en el nuevo microondas.
Al otro lado de la calle, vivimos una maravillosa familia que a mi esposa y a mí nos encantaron. Especialmente amamos a los niños, uno en particular (no tenemos hijos).
Era verano y las puertas permanecían abiertas todo el tiempo. Los niños o papá podrían entrar o pedir algo … lo que sea.
- ¿Es 14 demasiado viejo para aprender tae Kwon do? No soy super atlética.
- Soy un hombre de 18 años perfectamente sano. ¿Por qué estoy perdiendo tanto pelo?
- ¿Qué tan rápido debe lanzar un lanzador de trece años?
- Tengo 15 años, quiero ser periodista. ¿Qué tengo que hacer?
- ¿Es 17 una edad temprana para estar en una relación de larga distancia?
Decidí hacer dos tandas, una para mí con el cannabis y otra en caso de que los niños se detuvieran.
Bueno, papá se detuvo en su forma habitual, loco y recto al mismo tiempo. Qué gran hombre.
Le ofrecí un brownie regular y él a su manera dijo: “Se ven mejor”, y comencé a comer, comí y comí hasta que todo el cannabis brownie se fue.
Me quedé allí con la boca abierta y dejé que él devorara a los “Marrones”. Se lo estaba pasando tan bien … Sin daño, sin faltas.
Unas horas después, recibimos una emocionada llamada telefónica de la esposa de papá preguntándonos si cuidaríamos a los niños mientras ella lo llevaba al hospital.
Colgué y le conté a mi esposa lo que había sucedido y nos habían despedazado. ¿Les dejamos ir a la sala de emergencias o hablar de los BROWNIES de cannabis?
Cruzamos la calle para ver a los niños y papá se asustó y lloró. Todos los niños tenían miedo de que mi esposa llorara, temiendo que nunca más los volvería a ver … ¿qué hacer?
Me dirigí al auto con papá y su esposa. Los iba a llevar al hospital.
Cuando salía del camino de entrada, me detuve y dije: “No está enfermo”. Ambos dijeron “¿Qué?”. Dije: “Hice unos brownies de marihuana. Un lote para los niños y otro para mí. Te comiste TODO mío “.
Las risitas incómodas se convirtieron en carcajadas cuando se dieron cuenta de que todo estaba bien y que papá no estaba enfermo, que estaba STONED.
Nunca habían pensado en drogarse y mucho menos en ser destrozados, lo que él era.
Volvimos a entrar. Les dije a los niños que papá estaba bien. Todo fue genial.
Papá procedió a disfrutar de la “Piedra” y siguió soltando risitas y ladrando órdenes a mamá como “Dame un poco de palomitas de maíz”. Mamá no era el tipo que hacía las palomitas de maíz … Divertido.
La moraleja de la historia es disfrutar de la piedra y mantener a tus malditos vecinos lejos de tu escondite.