¡¡Yo!!
Adopté un conjunto de valores completamente diferente al de aquellos con los que me criaron. Rechacé los valores ultra conservadores con los que me criaron porque no se mantuvieron bajo escrutinio. Soy una feminista, una cristiana progresista y una demócrata, todo lo cual mi familia considera un anatema. Ha resultado costoso, pero no me arrepiento de nada. Yo tampoco tengo malos sentimientos. Le deseo lo mejor a mi familia de origen, pero me niego a comprometer mis principios para ganarme su amor. El amor que debe ganarse no es amor en absoluto, y no me conformaré con nada menos.