Sí.
El sexo durante el embarazo es perfectamente seguro para el bebé. El saco amniótico y los músculos fuertes del útero protegen al bebé, y el tapón de moco espeso que sella el cuello uterino ayuda a proteger contra infecciones. Durante el sexo, el pene no va más allá de la vagina, por lo que no llega al bebé.