Realmente vivimos en una sociedad donde las personas han empezado a juzgar a las personas en base a números, ya sea que hablemos de peso, edad o número de veces que uno se casa o lejos de eso, se enamora.
Lo que la gente está olvidando es que tal comportamiento no hará que nadie sea un matemático, ni que esa persona sea mejor o muy superior a la otra persona.
Créanme o no, uno puede ser testigo del amor verdadero en su relación número 23 o quizás en su tercer matrimonio. El amor no es algo que viene con un límite superior de edad o una preferencia de estatus, simplemente sucede .
Entonces, si te encuentras con alguien que te sorprende y crees que serás feliz con ellos, no temas el fracaso. Porque incluso si fracasas, aprenderás otra lección importante que te hará una persona más inteligente y mejor, y de alguna manera esa lección te entrenará para tu futuro.
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Entonces, sí, una mujer puede vivir feliz y satisfactoriamente en su segundo matrimonio.
Feliz amor 🙂