Cuando comience mi última semana de ser una niña de 17 años (¡Oh, Dios mío, voy a tener que cambiar mi biografía de adolescente de “17 y casi listo!” A “18 y casi listo!” O algo así) tomaré este tiempo para reflexionar sobre lo que quiero decir a mí recién 17 años de edad. Tal vez no se aplique a todos, pero espero que sea útil.
- Cuando un chico te hace sentir inseguro, no es tu culpa. No es la forma en que te vistes, o la forma en que le hablas, es lo que está pasando en su mente. Eres fabuloso como eres. Le tomará tiempo dejar de pensar que no puede vestirse con su ropa favorita, pero mientras sepa que no es su culpa, se detendrá.
- ¡Dormir lo suficiente! Te sientes horrible y sin valor sin él. Es mejor omitir la tarea y hacerla más tarde para seguir agotando tu vida. Lo sé, es difícil, pero vale la pena.
- Fuera del aula, no hay preguntas estúpidas. Incluso los adultos a veces no saben o son ajenos, por eso es tan cierto el enunciado “Falsearlo hasta que lo hagas”. Mejor preguntar que no saber, ¿verdad?
- No tengas miedo de enojarte. No te enojas la mayor parte del tiempo, lo que hace que la ira sea tan útil cuando lo haces. Tampoco es saludable mantenerlo todo. Déjalo salir, niña.
- Dicho esto, piensa antes de actuar. ‘Nuff dijo.
- Eres hermosa de muchas maneras. Solo concéntrate en crecer y ser feliz. La parte física solo importa porque si estás enfermo, realmente no puedes disfrutar la vida al máximo. Para todas las cosas físicas únicas, todas son decididas por la sociedad y la sociedad del tornillo.
- Los sueños se hacen realidad. Nunca pienses que el trabajo que haces no vale nada. Todo lleva a algo. No sabe cuántas puertas se cierran en su cara, cuántos rechazos recibe, eventualmente una de sus codiciadas puertas permanecerá abierta y le pedirá que pase. Y eso es porque te lo has ganado.
Sal y sé hermosa, abuchea y mantente fiel, y ¡buena suerte! ^ _ ^