¿Qué tan bueno es nuestro sistema vestibular humano en comparación con un giroscopio para controlar la estabilidad?

No es muy bueno, en realidad, pero nuestra capacidad para solucionar sus limitaciones es algo sorprendente.

Un giroscopio se resiste a ser desplazado del plano de rotación en el que está establecido. Nuestros canales semicirculares no tienen tal protección contra la aceleración, lo que significa que estamos sujetos a la Ilusión somatogravida, que ha costado muchas vidas de volantes a lo largo de los años. Sin embargo, los humanos pueden compensar visualmente esta percepción errónea si están entrenados para hacerlo, a pesar de que puede ser una sensación bastante incómoda resistir hasta que las cosas se calmen nuevamente.

Hace mucho tiempo, tuve un problema médico que me llevó a una estadía de una semana en la Escuela de Medicina Aeroespacial de la Fuerza Aérea de los EE. UU. (A veces denominada visita de “conmoción a la rata”). El día de mi informe, la oficina de mi médico principal ya estaba medio llena de otros profesionales médicos de varios tipos cuando llegué … algo que no había esperado.

Mi médico coordinador me pidió que hiciera algunas de las demostraciones básicas de equilibrio y propiocepción (cuerpo en el espacio) que había hecho para él a principios de semana. “Oohs” y “ahhs” de toda la sala. Luego explicó que casi no tengo ninguna función vestibular en un oído, probablemente como resultado de una lesión infantil. Aunque ese sistema funciona al comparar las entradas de ambos lados, de alguna manera mi cerebro se volvió a cablear para dar mayor primacía a la orientación visual, al mismo tiempo que me permite mantener el equilibrio con lo que me queda mientras los ojos están cerrados.

Esa comprensión ayudó mucho a explicar algunas de las sensaciones y experiencias que he tenido a lo largo de los años. También señaló que probablemente es por eso que siempre he sido un piloto de “instrumentos” muy sólido; es bastante fácil para mí ignorar las señales conflictivas y confiar en las indicaciones de la cabina cuando no hay nada que ver fuera del parabrisas.

En pocas palabras: el sistema vestibular humano tiene limitaciones significativas, algunas de las cuales pueden ser exacerbadas por el entorno de vuelo. Sin embargo, los humanos pueden aprender a compensar esas limitaciones con la ayuda de instrumentación giroscópica más confiable. Para los fines de trabajar en nuestro entorno cotidiano, sin aceleración de 3 millas por hora, nuestro sistema innato satisface nuestras necesidades muy bien.