A las 20 semanas, el bebé tendrá alrededor de 16 cms de largo y pesará 300 gramos. Sin embargo, este número es sólo un aproximado. Cada embarazo es diferente, y el peso y la longitud de los bebés pueden variar considerablemente.
En esta etapa, uno no debe preocuparse mucho por el peso del bebé. Todo lo que importa (en términos de peso) es cuánto pesa el bebé a término.