Un viaje en el automóvil y el tiempo para hablar siempre ayudaron a mi hijo ya mí. Conducir es un mecanismo genial para inspirar discusiones: escuchamos mejor cuando no nos miramos a los ojos. Para algunos, el contacto visual directo durante las discusiones difíciles puede inhibir el enfoque en expresar nuestros sentimientos de manera precisa y completa, y en ocasiones incluso en la honestidad.
Una de las cosas que aprendí como padre es que cuando hablo de mis propios fracasos, mis hijos están hipnotizados. Y por alguna razón, el me ama más cuando puedo mostrarles ese “espejo”. … .Duro para mí, porque siempre quiero parecer perfecta, especialmente para ellos.
Acabo de tener una discusión menos que agradable con mi hijo. Se fue a estudiar, pero lo atrapé a medio camino del auto y le pregunté si podía orar con él. Ni siquiera dudó – dijo, “Claro”. Esa oración fue pronunciada durante un largo y mutuo abrazo. Eso siempre ayuda sin falta. Dios es bueno. Aquí hay un sitio genial: A All The Dad’s Raising Valerosos niños | Listly List
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