El arte de decir “no”.
Desde la infancia, acabo de aprender una cosa, “SÍ”.
¿Podrías ayudarme en los estudios? ¡Sí!
¿Me pueden ayudar con la presentación? ¡Sí!
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¿Puedes hacer esto? ¡Sí!
Para cada pregunta, aprendí a decir en modo “Sí”. Comencé a creer que esto sí me ayudaba a ver el mundo de una manera mucho mejor, así como a aprender rápidamente cosas en comparación con otros. Sin duda, lo hizo!
Pero, me olvidé de notar la peor parte. La gente te usa para sus beneficios al costo de tus sufrimientos.
Tengo un principio para mantener mis palabras. Lo que yo diga, debo cumplirlo. Entonces, si le digo Sí a alguien, se supone que debo hacerlo a cualquier costo, independientemente de las consecuencias en mi vida.
Recuerdo que debido a esta actitud de Sí, me metí en el problema. Durante el examen, compartí mi hoja de respuestas con mi compañero de clase porque él insistió tanto que no pude negar su solicitud.
De repente, de la nada, vino un equipo externo de damas. Y, mi mal, uno de ellos estaba cerca de mí y observaba atentamente lo que escribía en la hoja de respuestas.
No puedo expresar cómo me sentía esa vez.
De todos modos, me deshice de ellos y pronto recogí mi hoja de respuestas de mi amigo.
Entonces, hay muchos incidentes que me ponen en problemas debido a esta actitud de Sí.
Más tarde aprendí el arte de decir No, pero todavía soy un aficionado. Necesito dominar este arte.
Y creo que si alguien me enseñara esta habilidad en una edad más joven, podría haberme convertido en otra persona hoy.