Amabilidad, compasión, empatía, calidez. Paciencia, flexibilidad, adaptabilidad, resiliencia. Sentido del humor.
¡Estos rasgos son igualmente aplicables a los padres, o cualquier persona que cuida a los niños! No solo los niños exigen y merecen todas estas cosas sin saberlo desde el primer día, como cuidadores, estos rasgos también son clave para su propia felicidad y el máximo disfrute de dichos niños.