Hablemos sobre un par de aspectos del amor: hay amor en nuestro corazón que aprecia a alguien, o sus rasgos. Esto es para alguien que conocemos. Alguien a quien amamos ya. Una madre típicamente apreciará a su madre, como en un tipo de sentimiento de mirada retrospectiva, un sentimiento de “haber recibido ya de la persona”; y ciertamente puede disfrutar el consejo y la opinión de su madre, su aliento, su ejemplo.
Pero el amor que arde en el corazón de esta mujer es el amor por sus hijos, a quienes ella tiene la tarea de preparar para un futuro de feliz utilidad y alegría. Su deber más alto, su propósito más alto, está ligado a una expectativa por el bien del niño. ¿Qué voy a sembrar en el corazón de mi hijo hoy? ¿Lo haré valiente? ¿La haré sentir hermosa? El amor de una madre hacia sus hijos es apropiadamente un amor de siembra, donde su amor hacia su madre es una cosecha, incluso si tiene la oportunidad de participar en los últimos asuntos de guardería de su madre. Porque lo que mira hacia adelante tiene más libertad, esperanza y dirección, e incluso fuerza, diría que una madre ama más a sus hijos, o tal vez más ferozmente.
Si la abuela, la madre y los niños cruzan una calle y un automóvil está a punto de dañar a la madre o a los hijos de la madre, los instintos de la madre, atados a la necesidad de sus hijos de estar protegidos por su crecimiento, maduración y ingreso exitoso y persistencia en la vida adulta, ¡Vamos a empujar a esos niños a la seguridad pronto! Si ella tiene la más alta integridad, ella
Salvará todo y se sacrificará.
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