No tienes que enseñar a tus hijos a ser buenos. Lo que tienes que enseñar es lo que es aceptable y lo que no lo es.
Vivimos en una sociedad. Esto trae consigo muchas reglas, la mayoría de ellas en contradicción con los instintos humanos básicos.
Por ejemplo, cuando ves algo que te gusta, lo quieres. Eso es natural Pero si esa cosa no es suya, debe verificar si alguien más la posee o si tiene que comprarla. Esas son reglas que no son exactas de la existencia; son reglas importantes, pero hay que pensarlas; de lo contrario, podría tomar lo que quiera y causar sufrimiento a los demás.
Los humanos neurotípicos no quieren causar sufrimiento a los demás, especialmente a los de su propio grupo, como sus familias. Es cierto que quieren satisfacer sus necesidades, pero sí se preocupan por los demás. La empatía es una habilidad natural que se puede entrenar y mejorar, pero o tienes eso o no.
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Lo que tienes que enseñar a los niños es que en la vida, las elecciones tienen consecuencias. Debe enseñarles a tomar decisiones bien pensadas y también a enfrentar esas consecuencias. En muchos casos, debe mostrar cuáles son los límites, ¡porque los niños simplemente no lo saben!
Cuando un niño arremete y golpea a sus amigos, no están siendo malos, están enfrentando sus emociones de una manera que no es aceptable. Como padre, debe enseñarles cómo sobrellevar las cosas, como golpear una almohada o cualquier cosa que funcione.
Los niños no son malos. La mayoría son muy cariñosos y muy encantadores! Simplemente, todavía no conocen las reglas de la sociedad y, por lo tanto, nosotros, los padres, debemos enseñarles y fomentar sus buenas intenciones naturales.