¿Es cierto que los niños que pasan por situaciones “adultas” (p. Ej., El divorcio de los padres, la muerte en la familia nuclear, volverse huérfanos) son más maduros porque han experimentado esas cosas?

Las personas en crisis como la que ustedes enumeran tienden a “robar” algunos elementos de la infancia de nuestros hijos.
Aprenden bastante rápido a esperar que las cosas sean menos que ‘juegos y diversión’ todo el tiempo.
Y parecen desarrollar una cautela sobre la vida que atempera ese espíritu alegre que nos encanta ver tanto en nuestros hijos.
¿Es esta madurez?
No en sí mismo.
La madurez requiere una visión equilibrada de la vida que los niños difícilmente pueden alcanzar. Reaccionan a lo que ven como “realidad” sin la ventaja de años de experiencia en la evaluación de eventos y situaciones que la edad da.
Por ejemplo, en el caso de padres que se divorcian, los niños suelen pensar que de alguna manera lo “causaron”. No tienen ninguna referencia para darse cuenta de que los adultos son responsables de sí mismos y de lo que hacen independientemente del niño.
Por eso es tan importante proteger el espíritu de un niño.
Cuando ocurren eventos inevitables llenos de estrés en la vida de nuestro hijo, lo mejor que podemos hacer es asegurarles que los adultos en su vida los amen y los cuidarán sin importar lo que pase.
La seguridad es primordial para su crecimiento y desarrollo emocional.

Mis hijos han pasado por una enfermedad grave (que amenaza su vida) y una enfermedad grave (incapacitante) de su padre. El efecto ha sido un redondeo y madurez, y una base que muchos adultos no tienen. Entienden la crisis y también que las personas son personas sin importar lo que puedan o no puedan hacer, por ejemplo, mi hija de 11 años trata bien a los niños con necesidades especiales de su clase, pasa tiempo con ellos como lo haría con otros niños, pero también es sensible a sus necesidades y pasos y los ayuda de manera natural cuando requieren asistencia.

Si el niño tiene el apoyo para superar el impacto emocional, eso lo ayudará a crecer y ser más fuerte. Desafortunadamente, esto no sucede lo suficiente y el trauma a menudo hace que algunos aspectos del niño se queden estancados en el desarrollo a la edad que tienen en ese momento. Este es uno de los apoyos más importantes que la familia extendida puede brindar durante eventos como estos, ya que tienen la distancia de no estar tan enredados en las emociones de la situación y tienen las mejores intenciones para el niño.