Considere un enfoque de bienestar si hay otras indicaciones significativas que lo justifiquen. Si tiene problemas de memoria y este cambio en la personalidad, por ejemplo, puede valer la pena ver a un médico.
Si no parece involucrar un problema médico, puede centrar su tiempo en actividades que ayuden a reducir las conversaciones que lo molestan. Asista a un concierto, haga una clase de ejercicios juntos, esencialmente cualquier cosa que desvíe la atención de los sujetos equivocados mientras le permite disfrutar de la compañía de los demás.