Absolutamente no; y la razón es esta:
Los hombres y mujeres que son “guapos” tienden a tener rasgos diferentes.
Los hombres que son “guapos” tienden a tener rasgos como una mandíbula cuadrada, por encima de la altura promedio, y hombros y torso cuadrados. (Entre muchas otras características, por supuesto)
Las mujeres “atractivas”, por otro lado, tienden a tener rasgos tales como ojos profundamente arraigados, mandíbula redondeada y mucho más hombros y torso curvados. (Una vez más, esta lista está lejos de ser exhaustiva)
Un niño nacido de un hombre y una mujer con los rasgos anteriores expresará una combinación de esos rasgos; una hija puede heredar el mentón cuadrado de su padre, por ejemplo. O un hijo puede tener ojos profundamente arraigados. Ninguno de los cuales sería necesariamente considerado “guapo”.
Así que al final, si un niño es “guapo” o no, no importa mucho si los padres son bien parecidos o tienen un aspecto más promedio.
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