Es necesario que ambas partes del matrimonio conozcan sus obligaciones y deberes dentro de la familia. Por lo tanto, deben cumplir con la ley y asegurarse de hacer todo lo posible para salvar su matrimonio. La falta de reglas y leyes significaría caos y caos.
Para una mujer con quien se contrae matrimonio permanente, está prohibido salir de la casa sin el permiso de su esposo, aunque su partida no puede violar los derechos del esposo. Además, ella debería someterse a sus deseos sexuales, y no debería impedirle tener relaciones sexuales con ella, sin una excusa justificable.
Y mientras ella no cumpla con sus deberes, es obligatorio que el esposo cuide de su comida, ropa y alojamiento. Y si él no proporciona lo mismo, independientemente de si es capaz de proporcionarlos o no, sigue endeudado con la esposa.
– Si la esposa no cumple con sus obligaciones matrimoniales para con su esposo, no tendrá derecho a la comida, la ropa o la vivienda, incluso si continúa viviendo con él. Pero si ella se niega a obedecer ocasionalmente, el veredicto común es que aún así no puede reclamar ningún derecho de su marido. Pero este veredicto es una cuestión de Ishkal. En cualquier caso, no hay duda de que ella no pierde su Mahr.
– El hombre no tiene derecho a obligar a su esposa a prestar servicios domésticos. Ella no tiene obligación de cumplir con sus suegros. La madre, el padre, los hermanos y las hermanas de su esposo no pueden pedirle que lave sus ropas, que limpie la casa o que cocine, etc.
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Puede pedirle a su esposo que le brinde un lugar separado para que no tenga que enfrentarse a la madre de su esposo.