Varios cambios hormonales pueden resultar en un delgado revestimiento uterino. Un revestimiento uterino delgado puede resultar de niveles bajos de estrógeno, como lo que se ve en la menopausia o antes de la pubertad. Los niveles altos de progesterona, como lo que se encuentra con el uso de Depo Provera, las píldoras anticonceptivas o el DIU liberador de progesterona también denotarán el revestimiento del endometrio (temporalmente). Los niveles altos de prolactina, como los observados durante la lactancia o con algunos tumores hipofisarios, producen un revestimiento muy delgado.
Finalmente, existen procedimientos quirúrgicos, como la ablación endometrial, que generalmente conducen a la aparición de un endometrio muy delgado.