¿Dónde debo llevar a mi hija de 6 años en nuestra primera aventura de mochila? Estamos buscando ser testigos de una increíble vida salvaje y valiosas experiencias culturales.

Empieza pequeño. Hágale saber que lo está haciendo para que pueda acostumbrarse a ese tipo de vida, inclúyala en el proceso de progresivamente más remota.

Comenzar desde pequeño también le da una idea de lo que puede manejar y cuánto necesitará para apoyarla.

Tal vez comience con un viaje en canoa a una isla, donde puede acampar durante un fin de semana. O simplemente una caminata en un camping.

Nota: solo haz lo de la canoa si * has * entrenado adecuadamente, y no me refiero a perder el tiempo en la cabaña, sino a la técnica adecuada de la canoa y al rescate. Si no lo has hecho, es algo que puedes hacer juntos.

Lo más importante que debes recordar es que la distancia que puede recorrer será * mucho * más corta que la tuya.

Mi madre me llevó (a los 14 años) y mi hermano (a los 8 años) en una aventura de viaje durante un año. Fuimos a Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Indonesia, Malasia, Tailandia, Vietnam, Camboya, Bangladesh y la India.

Estos somos nosotros en un barco en Indonesia, viajando a una isla cercana.

Recomiendo encarecidamente el sudeste asiático, (en mi lista Indonesia – Camboya) Culturalmente Camboya es fantástica, atractiva, amable y reveladora en términos de cultura. Malasia es fantástica en términos de vida silvestre: existe el parque nacional Taman Negara, que es simplemente hermoso

Me encantó el descubrimiento, las cosas no eran como aparecieron por primera vez. Me interesé especialmente en estos insectos, que creía que eran hojas, hasta que se movieron.

6 es una buena edad. Puedes mantenerla a salvo en ambientes extranjeros. Pero aún así, no recomiendo Bangladesh y la India. Son lugares increíbles, con muchas bellezas que ofrecer, y mucha vida silvestre (¡los elefantes y los camellos que recuerdo con gran intensidad, hice una caminata por el desierto en la parte posterior de uno en un momento!)

Pero la pobreza: la desesperación de los niños que pedían dinero, el caos, los mosquitos, el olor, en definitiva el estrés, era demasiado para mí. Me deprimí bastante después de ver prostitutas infantiles, madres hambrientas y niños con cabezas del tamaño de sandías.

Tuvo un impacto real en mi salud mental y terminé enferma por muchos años (también fui agredida sexualmente en India)

Dicho esto, a mi hermano le encantó, y en su mayor parte, fue ajeno.