No lo se No me importa ¿Qué van a hacer, golpearte frente a familiares y amigos?
UNA). Es una táctica de humillación. SEGUNDO). Hay un problema de seguridad. Los movimientos furtivos ponen nerviosos a los guardias y pueden inspirar interrupciones en la galería. No hay nada como ver una columna de manifestantes agitando sus manos esposadas en el canto; “Venceremos.”
Hoy en día, los presos políticos y los forajidos serios son encadenados con las manos atadas a una cadena de cinturón hasta que es su turno de presentarse ante el magistrado. Saludar no es posible.