Los grandes maestros, o debería decir aquellos grandes que compartieron más, realmente no enseñaron, demostraron.
Tu hija aprenderá mejor la empatía al verte exhibirla, a menudo. Esta no es una habilidad del cerebro, es una habilidad del corazón. Por lo tanto, no puede enseñarse verdaderamente, solo darse y observarse, para aprender.