La diferencia es que algunas cosas acerca de ella que pueden haberte molestado o sorprendido ahora tienen una explicación, y ambos pueden trabajar en torno a ellas en lugar de estar continuamente decepcionados o enojados.
Ella no es perezosa o descuidada, a ella le importa, no es estúpida. Con ambos entendiendo su impulsividad, olvido, dificultad para estimar el tiempo y tantos otros pequeños problemas que acompañan al TDAH, puede establecer hábitos que los mantendrán felices y productivos.