Encuentro que cuando pienso en cuidarme a mí mismo oa los demás, hay una circularidad en ello. No soy estrictamente budista, pero encuentro que el límite entre “yo” y “otro” es borroso.
Cuando me preocupo por mi comunidad, mi familia, mi país, mi mundo, me beneficia. Cuando otras personas son alimentadas, bien ajustadas, tienen buenos recursos, entonces todos nos llevamos mejor.
Pero hay extremos que no son saludables. Si cuido de mi salud y bienestar, puedo disfrutar más de la vida y contribuir al mundo. Pero si acumulo todo para mí y no comparto nada, no puedo conectarme bien con los demás y ellos sufren. Si me preocupo por los demás y contribuyo a mi comunidad (ya sea cerca de casa o la comunidad global), hago que el mundo sea mejor para todos nosotros. Pero si me involucro excesivamente con todos los demás, excluyendo un buen cuidado personal, me derribo y me convierto en una carga para las personas a las que quiero ayudar. Hay un extremo en cada extremo del espectro que simplemente no es personal o globalmente sostenible.
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