A nadie le gusta ser juzgado.
En la India, las mujeres tienen más probabilidades de ser juzgadas en función de sus relaciones y el grado de relación. Con frecuencia, estos juicios son muy severos y tienen una influencia duradera en sus relaciones futuras, la reputación de la familia e incluso que otros hombres los tomen con respeto. Por lo tanto, prefieren no ser abiertos sobre las relaciones tanto como sus contrapartes occidentales, que no enfrentan tal estigma.