Un componente muy fuerte de la comodidad está en escuchar.
Aliente al afligido a hablar y compartir recuerdos y emociones sobre el difunto.
Mira las fotos y otros recuerdos si se ofrece a compartirlos.
Escuche las historias de los buenos (ojala) tiempos que compartieron.
Haga preguntas ocasionales para guiar la conversación hacia canales más agradables cuando sea posible, como por ejemplo: “Eso debe haber sido muy especial, ¿entonces qué pasó?”
Puedes ayudar a una persona a superar el dolor entrando en él, pero debes ser el único en mantener el control de tus emociones para que la situación no se vuelva abrumadora.