Muéstrale lo increíble que es el mundo. Llévalo al aire libre cuando hagas cosas divertidas como senderismo y piragüismo.
Muéstrale animales en tu vecindario, ya sean mascotas o si conoces algún ciervo que aparezca temprano en la mañana por un sendero.
Pregúntale sobre su estado de ánimo para demostrar que te preocupas por ellos para generar introspección.
¡Crear! Cree nuevas canciones con el alfabeto más allá de las estándar, coloque bloques en los números y demuestre que los botones se pueden agregar de la misma manera que las monedas, y que cuando coloca diez monedas debajo de una taza y diez debajo de otra, tiene dos tazas y veinte ¡Monedas, con cada taza sirviendo como una versión de dos años de un lugar de decenas!
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Cree historias para él, o tome los libros existentes y deje que su objetivo le dé vida a esos libros. Crea dibujos de él y dibujos de la naturaleza, y una vez que él aprecia lo difíciles que son, muéstrale las obras maestras del mundo artístico. Pregúntale qué piensa cuando te encuentras con un misterio, o un villano.
Crea música con campanas y tubos y botellas de vidrio con volúmenes variables de líquido y deléitate con el “qué” ahora, para que un día en el futuro también tenga curiosidad por el “por qué”.
Agárrate de él porque cuando se convierte en un adolescente no lo harás tan a menudo, y porque el contacto físico estimula la dopamina y los circuitos neuronales para obtener afecto de una manera única que las pruebas nunca lo harán.
Vístalo de manera inteligente, tome fotos y muéstrele las que le dan la oportunidad de observarse a sí mismo y disfrutar de un poco de ego.
Luego entréguele la cámara (pero no una DSLR).
Cantadle a el Si apestas, adivina qué, es tu hijo, le encantará de todos modos.
Cuando crees una infinidad de mundos para tu hijo, él buscará tallar una porción de ese infinito. Fíjese cuando haga eso, y aliéntelo en la porción que elija. Pero continúa generando esos infinitos todo el tiempo que puedas.
Los niños son infinitos motores de la curiosidad que ya no somos como adultos. A eso debe prestarle atención, y si está prestando atención, se asombrará de lo que pueda descubrir.
¿Las preguntas? Intenta recordar un momento de tu vida en el que disfrutaste eso. Si no puede encontrar uno, entonces probablemente no sea lo correcto.