NIÑOS HOY
Cuando veo que los niños de hoy van a la escuela cargando sus mochilas escolares, me siento muy mal por ellos.
Lo siento porque realmente me pregunto si están aprendiendo algo de valor en sus escuelas o en casa. El currículo escolar es más o menos competitivo. Cuando llegan a la mitad de la escuela, sus maestros y padres están convencidos de que, si quieren convertirse en algo en la vida, deben sobresalir en los estudios.
Este es un lamentable estado de cosas. La creatividad es algo que falta en la mayoría del currículo escolar. La creatividad es un estado de ánimo. No se puede obtener a partir de estudios. Debe inculcarse mirándose subjetivamente. Nuestros maestros y padres de niños hacen todo lo contrario. Los someten a los rigurosos rigores de la competitividad desde temprana edad. Están programados para ‘ganar’!
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La deliberación, la trascendencia en el pensamiento y el arte faltan en la lista de “cosas importantes que hacer”. De esta manera, los niños están siendo condicionados desde una edad temprana para ser duros, competitivos y materialistas. ¡Esto es triste!
La urbanización y el ritmo acelerado de la vida están afectando las entrañas de nuestra sociedad. La importancia de la naturaleza, la deliberación y la compasión por la vida están desapareciendo.
¡Nuestros hijos, desafortunadamente, tienen que soportar la peor parte de todo esto!
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