Soy feminista y nunca hubiera pensado abortar, pero no creo que sea asunto mío dictar lo que otros deberían hacer. Dios nos dio a todos libre albedrío y hay muchas circunstancias que escucho de otras mujeres (incesto, etc.) donde esa era su única alternativa. No podía imaginarme tener que lidiar con una decisión como esa de niña.