Esta es una distinción en algunas partes de la política estadounidense entre principio y resultados.
Los políticos que se centran en los derechos reproductivos quieren un mundo donde el sexo solo ocurra dentro de un matrimonio en búsqueda exclusiva de niños. Tomar medidas para resolver los problemas que ven, sienten, sanciona esos problemas como cosas legítimas que suceden.
Al perseguir los principios, también excusan sus fracasos: la política no se trata de resultados, dicen, se trata de expresar valores. Entonces, no puedes criticarlos por no hacer nada, porque ese no es el punto, y no puedes criticar sus valores, porque eso es ofensivo.
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